Seguimos con las confesiones. Varias personas que
me conocen saben que soy “book reviewer”. Mi trabajo consiste, a grandes
rasgos, en revisar libros y publicarlos para lectores electrónicos. Es un brete
soñado para una sapa como yo. Lo que pocas personas saben es que un gran
porcentaje de los libros que revisamos es de contenido adulto…cha cha cha
chaaaaaaaaaaaaaaaaan. También conocido como “El Pelos Team”, mi equipo de
trabajo es una hermosa combinación de personas socialmente inadaptadas, con una
barra de la moral y/o la libido realmente alta, con un estomago de acero y una
fuerza creativa impresionante. A algunos (nuestros expertos) les toca toda el
día; a otros (como a mí) medio día; y a otros afortunados, en teoría, no les
toca pero gustosamente los empapamos de conocimiento. Así que no importa cuál
sea tu puesto en el equipo, por lo menos una vez al día te toca ver pelos.
Aquí viene la parte interesante. Cuando le hablo a
alguna persona sobre mi trabajo, una de las preguntas más comunes es “¿Y los
maes qué? ¡Fijo se vuelven locos y salen malísimos de la oficina!”…Claro,
porque a LAS maes no les afecta, ¿verdad? A mí me dan ganas de decirles (insertar
tono de mamá condescendiente dos segundos antes de acomodarle los dientes al
hijo de una solo manazo) “aaaay papito… ¿le cuesta o se hace?” Ni hablar cuando
una mujer me pregunta lo mismo. “Diay mamita, ¿es una barbie usted que no tiene
culito ni galletica?” Que difícil en estos tiempos “modernos” tener que aceptar
que todavía se tenga la creencia de que las mujeres no sentimos, nos se nos
derriten los helados, no nos pica el “frijolillo” (diría un compa), no pensamos
en sexo, no nos gusta el sexo, y en este caso particular, que no tenemos una reacción
física y sicológica ante la literatura y fotografía erótica. Y peor aún es que
me pregunten si no salgo asqueada, que cómo hago para manejarlo y que si no me
baja la libido…jajaja ¡Cosa más linda! Asco me da Justo Orozco. Hasta que dan
ganas de atragantarse con un mamón chino y no pedir ayuda con tal de no
escuchar más estas cosas.
He logrado identificar 3 etapas en cuanto a la
libido. Con los primeros libros, yo me quería pegar un tiro y deseaba ser
Wolverine para poder regenerar el estomago. Hasta me costaba un poco dormir
porque hay imágenes y textos que nada más
NUNCA se van borrar de mi memoria. Ya pasando esa etapa, empieza la curiosidad.
Entonces uno dice “aaaah carajo, que bonito eso”, “mira que divertido se ve aquello”,
“puuuta eso servía para tal cosa también”, “aaaah la puta, eso cabe ahí”, “aaaay
mae, ¿eso es legal?” Claro, ya cuando se le agarra el gusto toca cruzar las
piernitas para leer en paz y tomarse un vasito con agua para no llevarse algo
entre las patas y poder terminar la jornada laborar sin un warning de recursos
humanos por acoso sexual intra-laboral; no sólo porque uno se siente más…
creativo, sino porque la barrera del asco y la moral ya es casi nula y se
vuelve muy natural hablar de esas cosas, compartir imágenes y hasta llevar a
cabo debates calientes. Lo cual es la transición a la tercera etapa en la que
estoy ahora. Nada me sorprende. Nada me da asco. Almuerzo riquísimos todos los días
porque no hay salsa fettuccine que me intimide. Y hasta tengo el descaro de
agarrar a mi sobrina a besos con la misma boca que le pregunto a uno de los reviewers
expertos si ya logra masturbarse con éxito (tiene una muñeca mala,
curiosamente). Un tentáculo más, un dildo menos…todavía se me caen la revistas
y hoy duermo como un bebe después del cofalito.
Lo importante aquí, además que ahora mi mamá sabe
lo que hago (madre te amo y sigo siendo tu favorita) es resaltar el hecho de que
ver pelos SI nos llega a todos. A algunos más las imágenes, a otras más los
textos, a algunos con sólo respirar, pero el género NO tiene nada que ver,
gracias.
No estan dando brete!!!!!!!
ResponderEliminar