Porque todo se vale

Nunca esta de mas decirles que cualquier sugerencia sera muy bien recibida. No solo en cuanto a las entradas que ya estan, sino a las que quisieran que esten. Cualquier tema que les parezca interesante o digno de mencionar por favor sugieranlo y seria un honor poder aportar algo al respecto!!

miércoles, 26 de marzo de 2014

Porque el fresco de limón puede cortar la lengua también



En la presente carta a la gerencia declaro inaceptable e inexcusable mi ausencia en este blog. Llevaba meses buscando motivos “validos” para volver a escribir, buscando temas “pichudos” para no aburrir a nadie, poniendo excusas que ni mi sombra se las creía, y la verdad es que venía postergando (negando) por meses una realidad que era el reflejo algo mayor que venía postergando por años:  mi vocación es escribir. Y a continuación les explico porqué el pedo mental…

He tenido problemas de salud desde que nací, especialmente a nivel óseo. No voy a hacer una lista de los defectos de fábrica porque nadie lee blogs tan largos. Cuando estaba en la escuela, el ortopedista de toda la vida me dijo “usted tiene que buscarse una profesión de escritorio”…y por muchos años, el dolor de cada una de las lesiones, las lecciones de bully patrocinadas por mis compañer@s y mi propia represión me lo confirmaban.  Se me hizo un poco cruel el comentario, especialmente por el impacto que puede tener una verdad así en la motivación de cualquier un puberta que no sabe lo que le espera. Por muchos años de escuela y colegio sufrí, lloré, me caí, me volví  levantar, me caí otra vez y me levante una vez más, siempre consciente de ser “una chiquita/muchacha con muchas limitaciones” y de que el doctor tenía razón. El problema es que me limité TANTO que me daba miedo hasta caminar y nunca me di la oportunidad de buscar los espacios en los que no sólo no tenía limitaciones sino que podía sobresalir.

En este momento de mi vida lloro (literalmente) de felicidad cuando puedo nadar 2 mil – 3 mil metros sin parar, cuando me deslizo con el agua en la dirección y a la velocidad que yo quiera, cuando nada me duele y mi única competencia soy yo, cuando no escucho burlas externas ni pleitos internos, solo el agua dándome fuerzas. Mi cuerpo es otro cuando estoy nadando (se mueve como yo quiero) y mi mente también (sólo piensa varas bien tuanis). Ya no tengo miedo porque estoy en mi territorio.

Para muchos de ustedes todo esto suena muy simple (cualquiera nada, sí), pero para mí esto es la victoria pues los problemas no se acaban (marzo es el mes de las cervicales).

¿Y que tiene que ver la escritura con todo este despiche? Nada pues…la conexión es bastante evidente. Si Dios te da limones, comprate un Don Julio y un chifrijo…Mi santa madre me enseñó a leer/escribir a los 4 años y desde ese entonces he tenido una facilidad interesante para expresarme (sólo mediante textos porque en persona soy una india insoportable) y sí, me gusta escribir, lo disfruto increíblemente, pero no me limito sólo a eso y me costó mucho entenderlo. Así que éste es mi mensaje para mi ortopedista: “usted tiene que buscarse una profesión en Oratoria Motivacional”…NOT!


Estamos de vuelta! ;)

            

martes, 8 de octubre de 2013

¿En este book aceptan tarjeta?



Tengo una propuesta. Quiero hacer una comparación entre las relaciones afectivas/romanticas y las apuestas. Mis años de experiencia en el negocio hacen que se me haga más fácil entender el asunto de empezar, terminar, comer caquita, ilusionarse, arriesgarse, resignarse e incluso negarse a una relación.
Si de exprimir se trata, no hay negocio más ágil que el de las apuestas. Si no sabes jugar, te revientan; y si sí, también sólo que con menos frecuencia. Al rato por eso la única manera de salir menos perjudicado que el resto es trabajar para él y así conocer los detalles más intricados de la industria y poder bailarse al sistema.
Existen muchos tipos de líneas y jugadas diferentes, unas muy sencillas y otras más exóticas y arriesgadas, pero lo importante es escoger el pick correcto y aquí empieza lo bonito. Me parece que las personas (como todo cliente primerizo) tendemos a querer siempre apostarle a nuestro equipo favorito porque qué chiva, porque que es tradición, porque qué hermosa me veo con la camiseta de ese color…y nunca en la jodida vida se nos ocurre analizar las estadísticas del equipo. Si bien el historial de rendimiento no determina directamente el desempeño del partido que viene, sí se encarga definitivamente de explicar el porqué mi equipo favorito es un chiste y está en la posición que está. ¿Qué pasa? Nos da pavor postergar “el amor”, no aterroriza la idea de que si no apostamos YA MISMO podríamos no ganarnos una fortuna, y entonces…tome! Quedamos en bancarrota y con una lesión tan impresionante en el bolsillo que juramos en la vida volver apostar. ¿Me van siguiendo?
¿Qué representa este “equipo favorito”? estamos hablando del nivel ridículo de expectativas que tenemos con respecto a nuestra media naranja (o gajo de mandarían para los que se leen el blog). Tenemos listas interminables con las características físicas, intelectuales y emocionales que hacen a esa persona LA persona. Entonces conocemos a alguien nuevo e inmediatamente le buscamos esas características; no necesariamente todas, pero un 98% estaría bien…por lo menos YO me sentiría muy bien y le seguiría apostando siempre y cuando las mantenga, ¿verdad? Nos mandamos con los tacos de frente, quebramos el chanchito…y tome otra vez!
¿Será que nunca se nos ocurre apostarle al “underdog” porque no sabríamos que números hacerle a semejante zona de incomodidad. Y si no nos arriesgamos a meterle una apuesta sencilla, mucho menos una exótica. La realidad es que apostarle al underdog no debería interpretarse como una apuesta mediocre ni conformista. No estamos hablando de apostarle a lo que sea, sino todo lo contrario. Hay que estudiar el pick, analizar las jugadas, las estadísticas y tomar en cuenta uno de los factores más importantes cuando apostamos: la casa, que para términos de este blog, vendría a representar al pisuicas o al simple hecho de que los clientes no tienen, en lo absoluto, control sobre las líneas. Lo que significa que siempre hay un factor de riesgo que nosotros ni siquiera concebimos. Por eso es tan esencial eso se “postergar”a veces.
De las pocas veces que he apostado en la vida, un par de ellas terminé en quiebra ya (por una combinación de falta de malicia más un empujoncito de la casa) y aun así lo considero un número decente. ¿Qué hace falta, ya sea para hacer apuestas menos riesgosas o para que el golpe a la economía sea más llevadero? Creo que este tema me salió más complejo de lo que esperaba. ¿Hacemos segunda parte? :)

sábado, 21 de septiembre de 2013

Si yo fuera más viva…



“Si yo fuera mujer, sería UN zorrón”
“Si fuera mujer, andaría vestida como un prostituta”
“Mae si no fuera una vieja, le andaría poniendo la cookie en la cara al primero que se me atraviese”
“Si yo fuera una guila, me dirían el “Power Rangersh”...llevándome sólo monstruos entre las patas”
“Si yo fuera mujer, ni loca tendría novio…fijo conseguiría culos facilísimo”   

Éstos son sólo algunos ejemplos de montones de barbaridades que he escuchado a muchos hombres mencionar sobre lo que harían si fueran una mujer. NO LOS SOPORTO y les deseo 3 días de diarrea, gracias. 

Resulta y sucede que el gusanillo de la doble moral nos anda caminando por todo lado. Y el género no es una excepción. No nos basta con una moral ética, religiosa, moral, etc. (lista infinita) de dudosa procedencia, sino que la extendemos al maravilloso mundo del género. 

¿Qué significa un comentario de estos? Hagamos un desglose bien generoso:

1) Significa que estamos materializa-deshumanizando-despersonalizando a la mujer al asumir que no es más que un culo andante cuya fuerza y poder se deben solamente a su sexualidad y que lo que tiene a su favor (versus el hombre) es el factor “sexo”. Claro, porque en ningún otro ámbito de la vida son tan evidentes nuestras ventajas como en el amor…

2) Significa que ser una mujer desprendida, no muy amiga del compromiso y las formalidades, de una conducta sexual “liberal” y sin intención alguna de disculparse por ello (un zorrón) sería una condición especial para una mujer solamente porque el hombre no necesita un adjetivo que describa este tipo de comportamiento. En todo caso, sería lo “normal” o lo esperado en muchos de los casos y no necesitaría una definición. Es como querer ponerle un adjetivo más a las manzanas por ser…muy manzanas, ¿verdad? ¿Cuántas veces escuchamos a una mujer decir “Si yo fuera hombre, sería un sobrado culo caliente detrás de todas las titas”? Sí pasa, pero no tan a menudo ni con la misma connotación porque en la mujer sería usar el sexo a su favor y en el hombre sería usar el sexo de la mujer a su favor, muchas gracias.     

3) Significa, ya en términos más generales, que ser un “zorrón” continua siendo un tabú. Independientemente de si está bien o mal (cada quien sabe a qué huelen sus pedos y porqué), es algo que solamente nos atreveríamos a ser o hacer si fuéramos otra persona. No debería ser tan grave y me parece solo cuestión de no irse a los extremos y dejar la hipocresía.

Si yo fuera hombre, viviría y dejaría vivir y dejaría de tratar de reforzar contrastes donde no me los están pidiendo, dejaría de cargar mis palabras de un género tan pesado y excluyente. Y si no fuera Mela, sino otra mujer, TAMBIEN.