Porque todo se vale

Nunca esta de mas decirles que cualquier sugerencia sera muy bien recibida. No solo en cuanto a las entradas que ya estan, sino a las que quisieran que esten. Cualquier tema que les parezca interesante o digno de mencionar por favor sugieranlo y seria un honor poder aportar algo al respecto!!

jueves, 4 de octubre de 2012

Una Tormenta Seca



Una Tormenta Seca

Te seco de mi piel
Te devuelvo lo estancado
Preparo mi ejército
Y todo está ya hablado

No son mías estas exhalaciones
Y ya el viento las secuestró
No tengo más esas carcajadas  
Tu aliento las convenció

Mi silencio mi cómplice
¿Quién te redime ahora?
Si soy una tormenta de arena
Ligera, imposible, depredadora

Dos segundos me tomó
Ahora sécame de tus alas
Que en dos segundos te infectó
Ni en dos vidas me sacas

Cuando la flor te pregunte
¿Por qué ya no vuelas como antes?
Decíle  libre, vos tranquilo
Que lo tuyo es la tormenta
Que ahora vuelas más alto  
Que lo tuyo es la arena

lunes, 1 de octubre de 2012

No sos vos, es mi muro...



Me pidieron que hiciera un blog sobre algo que pasa mucho a tod@s, y es ese asuntico de hacernos mierda después de terminar una relación y quedar tan curad@s en salud que si se nos vuelve a atravesar un caso parecido levantamos un nivel de muro que se echa el de Berlín a la bolsa.  Básicamente, creemos haber aprendido la lección con X o Y y juramos por Hércules y sus 12 pruebas que nunca en la puta vida volvemos a embarrarnos las patas así con alguien. Y con eso nos ocasionamos una importante gama de pedos mentales que nos impide a veces darnos ciertas oportunidades con A y B.  Y eso es una grandísima tonelada de mal ride.
La pregunta inicial era ¿Por qué las viejas son así de brutas? Pero luego me puse a pensar (a veces lo hago), me pregunté si esto era una cuestión de género o si está más relacionado a las experiencias que cada persona ha tenido. No queremos reforzar estereotipos, pero estamos muy acostumbrad@s a la típica trama del mae perrito carepicha que se baila a la pobre lentica sin malicia. El mae se sale con la suya y la pobre queda con el corazón hecho una piñata reusada. Clariiiiisimo está que ya la vara no es así de parcial. Las mujeres somos muy malas también y no sé si es que nos jalamos menor cantidad de tortas pero bien dañinas las hijueputas o si es que somos tan vivas que nadie nos agarra. Bueno!! Mi punto aquí es que sí es posible que el género tenga un poco que ver en muchos de los casos, pero cada vez menos que antes. Por más que quisiéramos no generalizar y no caer en la trama de ‘tod@s son iguales”, es difícil recuperarse. Es difícil recuperar la intención. Es difícil recuperar la ilusión.
Ahora, si a las experiencias  le agregamos un carácter de mierda y una personalidad retorcida resultamos con una belleza de pendejada con patas. Por ejemplo, un Pepito al cual le pegaron la bailada de su vida. Se la aplicaron como embarrar mantequilla en pan caliente. A esto le agregamos  el hecho de que es un invivible comemierda con serios problemas de confianza y de convivencia (y al rato hasta con algún fetiche por…no sé…las orejas puntiagudas, las espaldas peludas, y las manos flacas, o alguna fobia con los pies, los ombligos salidos o los dientes grandes…lo que sea que haga a Pepito un ser particularmente exigente). El resultado es un legitimo “forever alone level 35000”, que incluso cuando se le presente la oportunidad con alguien va a paniquear, ya sea porque le da miedo que se la apliquen otra vez, porque su carácter no le facilita el proceso de conocer gente, o porque la otra persona tiene las orejas redondas.
Cualquiera que sea el caso, volverse a montar en la carreta no es nada fácil si somos “normalitos”y si somos “especialitos” mucho menos. La clave esta, creo, en comprender que los muros no nos evitan el pichacito, nada más lo postergan, nos dan tiempo para cofalear las nalgas un toquecito antes de volver a irnos resbalad@s ;)